Materiales
Para comenzar, es importante saber de qué material está hecha tu bolsa. Los más comunes pueden ser: cuero, lona, seda, algún textil o incluso materiales sintéticos de alta calidad. Cada material requiere de un mantenimiento especial:
El cuero es uno de los materiales más comunes en las bolsas de lujo debido a su durabilidad. Dependiendo de su tipo (granulado, liso, ante, etc.), el cuidado puede variar. El cuero es duradero pero susceptible a rasguños y manchas. Para limpiar tu bolsa de cuero, utiliza un trapito suave y húmedo para limpiar la suciedad o la pequeña capa de polvo que se puede generar por estar guardada.
Evita el uso de productos químicos agresivos o limpiadores abrasivos que puedan dañar el cuero. Para manchas más difíciles, te recomendamos usar un limpiador específico para cuero o consultar a un profesional. La piel de cordero es más delicada y flexible que la piel de becerro debido a su acabado suave. Por lo tanto, se debe tener especial cuidado al limpiar las bolsas de este tipo de piel.
Las bolsas de ante son más delicadas. Te recomendamos usar un cepillo para gamuza y con él eliminar suavemente la suciedad o las manchas. Si la gamuza está manchada, utiliza un limpiador especial para gamuza o llévala con un profesional.
Las bolsas de lona son generalmente más resistentes, pero igual pueden ser propensas a manchas de agua y suciedad. Las bolsas hechas de materiales sintéticos pueden ser más fáciles de limpiar, pero también requieren cuidados para evitar el deterioro de la superficie. Para limpiar este tipo de bolsas te recomendamos utilizar un paño suave húmedo y si es necesario un poco de jabón neutro para la zona que lo requiera.
Las bolsas de seda o algún textil son más elegantes, sin embargo son las que más se pueden dañar fácilmente. Por ello limpia al instante cualquier mancha con un paño húmedo.
Para las pieles exóticas como lo son las de cocodrilo o serpiente, nuestro consejo es llevarlas siempre con un experto porque incluso un acondicionador especial o el agua podría dañarlas irreparablemente.
Almacenamiento Adecuado
Almacenar tu bolsa correctamente es fundamental para preservar su forma y estado.
Cuando la guardes, mantenla en su caja siempre que puedas. Utiliza el papel con el que venía la bolsa o también te recomendamos invertir en un organizador de fieltro hecho especialmente a la medida de tu bolsa; en línea puedes encontrar muchas marcas. Esto ayudará a mantener su estructura y a que se conserve el interior evitando el desgaste por el uso. Evita colgarla de las asas por mucho tiempo ya que esto la puede deformar, las asas y costuras podrían lastimarse.
Guarda tu bolsa en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa del sol. Trata de no exponerla directamente al sol porque se puede decolorar. Las fundas de algodón o su cubre polvo original son ideales para protegerla del polvo y la suciedad. ¡Nunca las dejes en el suelo! Además de que puede ser de mala suerte, la base se lastima. También es importante prestar atención al interior de tu bolsa. Saca todos tus objetos y limpia bien el interior antes de guardarla.
Uso Responsable
Haz el hábito de inspeccionar tu bolsa regularmente. Busca rasguños, manchas o cualquier signo de desgaste. Utilizar tu bolsa responsablemente puede ayudar a prolongar su vida. Evita llevarla a lugares en donde se exponga, como en días lluviosos o en eventos donde se puedan derramar comida y líquidos (pueden modificar la textura y el color aparte de mancharla). Si sueles llevar cosméticos, cremas o plumas en tu bolsa, guárdalos en una cosmetiquera o bolsita para evitar derrames y manchas en el interior. Si tu bolsa es de un color claro, evita el roce con ropa de color más oscuro (como jeans y prendas negras) para que no haya transferencia de color.
Cuidar y mantener una bolsa de lujo es una tarea que requiere dedicación, pero recuerda que con estos cuidados puedes alargar su vida y también conservar su valor con el tiempo. Nuevamente, es de suma importancia conocer siempre el material de tu bolsa y cuidarlo de acuerdo a sus necesidades específicas. Así que, ¡asegúrate de cuidar de tu inversión y disfrutar de ella durante muchos años!
Y recuerda, cuando tu bolsa haya cumplido su ciclo contigo, puedes venderla a consignación con FOUNDIT. Estamos listos para ayudarte a encontrar tu siguiente tesoro.